Representan entre el 11 y el 15 por ciento de la población nacional, y hoy 19 años después de declararse esta fecha para rendir homenaje a los afrocolombianos, la deuda por sus derechos permanece, a pesar de algunos avances.
La población afro ha tenido un gran aporte en el desarrollo cultural e independientemente de donde estén siempre trabajan por el rescate de su cultura. Son cientos los profesionales que todos los días y en todos los escenarios y profesiones le aportan a la ciudad. Educadores, abogados, artistas son ejemplo de fortaleza, de perseverancia y superación.
Hay barreras de desarrollo económico y social que impide el avance de todas las personas afro, incluso en identificar realmente cuántos son.
En el caso de Bogotá se estima que son 115.000, mientras se oficializan las cifras del último censo. Por ahora solo se cuenta con los estimativos de la encuesta multipropósito. Los expertos estiman que la cifra puede subir si se tiene en cuenta el aumento de quienes llegan a Bogotá en busca de oportunidades.
Se concentran principalmente en localidades como Bosa, Suba, Ciudad Bolívar, San Cristóbal y Kennedy, en barrios de estratos 1 y 2, donde la mayoría vive en arriendo por la imposibilidad de acceder a vivienda propia. El cálculo es que el 80 por cieno de las familias vive en arriendo, según a subdirección de Etnias de la Secretaría de Gobierno.
La Secretaría de Planeación ha identificado que el 37 por ciento de las personas afrodescendientes en Bogotá viven en casas y el 60 por ciento en apartamentos. Casi el 3 por ciento solo tiene acceso a cuartos o habitaciones.
El 40 por ciento de los afrodescendientes identificados en la capital tienen menos de cinco años viviendo en la ciudad.
Hoy todavía tenemos que trabajar para enfrentar racismo y discriminación, baja participación y representación de la población afro en espacios políticos e institucionales, debilidad en los procesos organizativos de estas personas y desigualdad en las oportunidades de acceso al mercado laboral.
Lucía Bastidas
Concejal
