Este logro se consiguió en medio de un operativo entre la carrera 24 y la avenida NQS con la participación de más de 600 servidores de las entidades del Distrito y la Policía, despejaron el canal donde con los habitantes de calle se camuflan delincuentes que intimidan a la comunidad de los barrios vecinos.
Los resultados de este operativo muestran las dificultades para atender el fenómeno de habitante de calle: en el lugar se encontraron 200 armas cortopunzantes y dosis de droga que estaban listas para el consumo y para el expendio. No son solo los habitantes de calle sino la inseguridad que se inserta en los lugares en los que se ubican.
Por fortuna para la ciudad, 175 personas ahora están en los programas sociales, entre ellos 17 jóvenes, 29 mujeres, 120 hombres adultos y una persona de la comunidad LGTBI.
Respaldamos las acciones integrales de la administración para hacer de zonas como el entorno del canal Comunero y sus barrios aledaños un espacio más seguro para los habitantes. Hoy luce despejado, limpio porque se recogió la basura y seguro, porque ya no están las armas con las que se intimidaba a los ciudadanos que pasaban por el lugar.
Como ciudadanos debemos respaldar estas acciones, que deben ser permanentes y estar alerta para denunciar situaciones que pongan en peligro la tranquilidad ciudadana.
Hay que apoyar a los ángeles azules, esos servidores que diariamente recorren las calles para invitar a los habitantes de calle a ser parte de la solución, para que acepten la ayuda.
Es positiva la decisión de la alcaldía de mantener el apoyo con profesionales no solo a los habitantes de calle sino a los residentes de los barrios. Es un trabajo que no admite pausa.