Según un estudio presentado en la Revista Portafolio, la importancia de las tiendas de barrio se debe principalmente a su alcance, escala, cercanía y lazos de confianza con sus clientes. Actualmente, se estima que en Colombia existen unas 450 mil tiendas, y que estas representan más de la mitad del total de las ventas de productos alimenticios. Según datos de Fundes, cada una puede atender, en promedio 50 familias, lo que sugiere que, prácticamente, todas las familias colombianas somos sus clientes regulares, especialmente aquellas que residen en regiones rurales y alejadas.[1]
Por otro lado, de acuerdo con Juan Ernesto Parra, director de Fenaltiendas, los estratos 2 y 3 concentran 83% de las tiendas, en especial el 2, que tiene 42% y registra entre 240 y 300 locales por cada kilómetro. Así mismo, un estudio elaborado por Nielsen revela las siguientes cifras en relación a las tiendas de barrio:
Fuente: Tomado de larepública.co: https://www.larepublica.co/empresas/los-colombianos-todavia-prefieren-la-tienda-de-barrio-con-tendero-2540159
Las tiendas de barrio son fundamentales para la economía de miles de familias en las localidades de Bogotá. Estos mercados populares, que se pueden encontrar en cualquier esquina, se han convertido en uno de los indicadores más representativos de la economía local, por lo que preocupa cuando los tenderos afirman que hay una caída en sus ventas.
Una investigación realizada por la Universidad de la Salle identificó que uno de los factores que más afecta la competitividad de las tiendas de barrio es la falta de asociatividad en el gremio. Esto debido, a la falta de comunicación en relación con necesidades en términos de gestión de las tiendas, posibilidades de ofertar servicios conjuntos a los clientes, ya que no existe confianza entre tenderos, dificultando establecer intereses comunes que los beneficien a todos, así como la mejora de los niveles competitivos que permitan el fortalecimiento de este canal de comercio minorista, identificando también que hay baja capacidad de negociación, además no existe una buena administración de sus inventarios, y apalancamiento con los proveedores con las respectivas repercusiones en el flujo de caja de este negocio y en su crecimiento
Dado lo anterior, se plantea que la asociatividad cumple con un papel importante, ya que aporta al crecimiento económico del tendero, evita el desempleo, la pobreza y la falta de oportunidades, también es una estrategia que permite aumentar los niveles de competitividad, crecimiento, y perdurabilidad de cada uno de los establecimientos.
La asociatividad contribuye al mejoramiento del sector, cumpliendo con un factor importante para el desarrollo económico generando beneficios como la reducción de costos de transacción, aumentar rentabilidad con la apertura de nuevos mercados, mejorando las ventas por la presencia y los canales de distribución, conseguir apoyo de las entidades que promueven procesos colectivos, creación conjunta de productos, procesos y servicios entre otros donde permitirá ser más rentables y competitivos.
PREOCUPACIONES DE LOS TENDEROS
En la actualidad, se vienen presentando algunas problemáticas que siguen afectando a los propietarios y administradores de las tiendas de barrio y del pequeño comercio en general, las cuales, según la Revista Portafolio, son similares a los temas que preocupan a los empresarios medianos y grandes, y son los que han llevado a una reducción en sus ventas.
- 1. La reforma tributaria. Para los tenderos, quienes venden muchos de sus productos al menudeo, ha resultado negativo el efecto de las modificaciones a los impuestos como el IVA, pero especialmente los relacionados con licores, cigarrillos y artículos de aseo personal y del hogar.
- 2. La implementación y aplicación del Código de Policía, que en su nueva versión prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas en el espacio público, práctica común a las afueras de las tiendas de barrio.
- 3. La llegada de nuevos jugadores al mercado también complica el panorama de las tradicionales tiendas.El auge de las aplicaciones también ha tenido su efecto en la comercialización de productos de uso cotidiano en las tiendas, pues han servido de puente para que las grandes superficies lleguen más directamente a los hogares.
- 4. Por último, está la inseguridad, una preocupación que viene en aumento en todas las regiones del país, aunque con un marcado énfasis en Bogotá y Barranquilla.
- 5. La falta de asociatividad.
Conclusiones
Sería aconsejable la implementación de programas académicos de formación técnica para la capacitación en áreas como las finanzas, el mercadeo, la producción, asociatividad y la formalización de una tienda o negocio con el apoyo de la cámara de comercio y trabajo conjunto con entidades educativas
Se aconseja dar mayor importancia a las acciones delictivas que debe ir de la mano con estrategias implantadas con acciones, como el apoyo de la policía con mecanismos como mayor circulación de las patrullas en la zona, y crear planes de contingencia entre las administraciones locales y los mismos habitantes de la zona para el mejoramiento de la seguridad y evitar el temor al colocar denuncias a las personas que ocasionan actos delictivos.[2]
Es importante fortalecer la seguridad en los barrios, aprovechando a los mismos tenderos para la creación de redes de apoyo ciudadano para garantizar la seguridad de los comercios.
