Desde el pasado 21 de noviembre de 2019, el país ha entrado en una ola que sacude a todo el continente, y esa sensación de insatisfacción ha hecho que la gente salga a la calle. Por ello hemos vividos marchas y cacerolazos en todo el país.
Pero así mismo, estas manifestaciones, que en su gran mayoría son pacíficas, han sido marcadas por el vandalismo de uno pocos que demeritan la labor y el empeño que han tenidos cientos.
Por eso, la misma gente que está en la calle es la que debe minimizar el actuar de los vándalos, si nosotros mismo no cuidamos nuestro entorno y nuestra ciudad, la marcha va a verse disminuida y reducida a un grupo de vándalos que se enfrentan al ESMAD.
Marchemos, paremos y construyamos un nuevo país, pero también cuidemos la ciudad, para que paro viva la ciudad debe ser cuidada.