Si la Administración continúa empeñada en volver a poner en funcionamiento el hospital San Juan de Dios, asume el riesgo de tener que pagar obligaciones por más de siete billones de pesos, pues el proceso de liquidación del Hospital aún no ha terminado, por lo que Bogotá tendría que asumir los pasivos laborales y pensionales del proceso liquidatorio.
Se trata de la sustitución patronal, una figura jurídica que por mantener la identidad del establecimiento y además desarrollar la misma actividad económica, obliga al nuevo dueño a asumir las deudas y gastos que actualmente tiene la institución, en este caso, el Hospital.
Es así como Bogotá tendría que sacar de su presupuesto más de siete billones de pesos que corresponden al pago de pasivos pensionales, no solo de las 200 personas que hoy reclaman dicha deuda ($150.000 millones), sino a los 3.500 exfuncionarios de la Fundación San Juan de Dios ($5 billones), pues por no liquidarse la empresa, tendrían derecho a reclamar el pago. A esto se suman los pasivos laborales que hoy se acercan a los 2.2 billones de pesos, según los informes presentados por el liquidador.
“A todas luces es inviable la reapertura del San Juan en las condiciones jurídicas, físicas y sobretodo, financieras en las que se encuentra en la actualidad el Hospital”, expresa el vocero de Cambio Radical, Roberto Hinestrosa.
El Concejal agrega que “reabrir a como dé lugar este complejo hospitalario es ir en detrimento de la ciudad, pues es menos costoso y más benéfico para los bogotanos cubrir el déficit de la EPS Capital Salud, que a la fecha está en $118.000 millones y pensar también en construir un nuevo hospital que contribuya a mejorar la calidad del servicio de salud de los ciudadanos”.
En el debate el Concejal Hinestrosa también denuncia el inexplicable incremento de 300% del valor del canon de arrendamiento que el Distrito está pagando al agente liquidador de la Fundación San Juan de Dios. De 200 millones de pesos mensuales en el 2013, pasó a pagar 750 millones mensuales en 2015, según el contrato de arrendamiento firmado por un término de cinco años.
