Lo primer que hay que resaltar es que la ubicación lateral de las sillas libera espacio y facilita que las mujeres no sean fáciles víctimas de tocamientos y abusos. En el caso de los biarticulados el espacio es aún mayor porque tienen tres vagones que facilitan la movilidad dentro del bus.
Las cámaras de seguridad instaladas dentro de los buses serán claves para que las imágenes de los abusadores y de los delincuentes queden registradas. Los articulados tienen 11 y los biarticulados 13, que están distribuidas en sitios estratégicos para tener un cubrimiento total del interior del automotor.
La gran ventaja de esas cámaras es que cualquier actividad o abuso quedará registrado y será más fácil para las mujeres víctimas contar con evidencias de cualquier acto. Los abusadores no podrán evadir la justicia porque sus rostros y acciones quedarán en video.
También ayuda a la seguridad que exista en todos los buses un botón de pánico que facilitará la labor de denuncia en tiempo real, que incluye no solo posibles atracos o emergencias, sino también el aviso a las autoridades de acciones delictivas en contra de las mujeres.
Con estos nuevos buses están ingresando al servicio 162.840 sillas nuevas para comodidad de los pasajeros. Y quienes vayan de pie, como ocurre en todos los sistemas masivos de transporte, hay manijas a lo largo del bus para poder ir seguros.
Concejal de Bogotá