La obra del moderno centro administrativo que inició en el año 2007 cumple 14 años y a la fecha posee serios problemas estructurales con graves consecuencias para sus vecinos.
Conforme al debate hecho por la concejal Luz Marina Gordillo en la Comisión de Hacienda, la construcción tiene un atraso de 30 meses con relación a la planeación de 26 y llevan 56 meses sin conocerse el futuro de su puesta en marcha para el servicio de los bogotanos.
El contrato subscrito con el consorcio JR SEDE y el alcalde local Julián Bernal por un valor de: $22.900 con un anticipo del 10 por ciento ha tenido 4 prórrogas, 3 suspensiones y 1 adición por $7.600 millones, según lo denunció Luz Marina Gordillo.
La Concejal de Bogotá señaló que la construcción del edificio de 12 pisos ha sido ejecutada en las últimas cinco administraciones, con algún grado de responsabilidad y desastre. Y recalcó sobre los malos destinos en casi un 70 por ciento del anticipo para la obra de $7.600 millones, como lo advierte la Contraloría.
Sobre las irregularidades del interventor Consorcio San Bartolomé, por haber aportado certificaciones de experiencia que al parecer no corresponden a la realidad, “En una alianza macabra con el contratista”, apuntó Luz Marina Gordillo.